viernes, agosto 31, 2007

Ayer me corrieron la mesa



Ayer fui víctima del mas íntimo de los actos criminales: la mesa del comedor, que regía frente al televisor en la sala, fue trasladada hacia el Poniente, a pasos de la salida de la cocina.

Un hecho tan nimio me ha perturbado profundamente; ¿con qué autoridad atentaron contra la seguridad de mi entorno geográfico?.

Dicen que el hombre es el rey de su hogar, pero la experiencia me ha enseñado, que somos algo así como un príncipe consorte o alférez de ejército; con suerte temos grado, pero ni soñar con detentar el mando.

Los perpetradores no consideraron las poderosas razones por la que el mueble estaba en esa posición: llenaba un espacio que debía ser completado por algún suntuoso Sofá, que ahora me veré en la obligación de comprar, además que me liberaba de las "conversaciones de sobremesa", momento comunitario donde la familia relata sus vivencias cotidianas, con la misma convicción con la que Emilio Salgari o Mark Twain, nos deleitaban con Sandokán o Tom Sawyer.

Por principio mayor, sigo una rama anárquica del Feng Shui: el 98% de los muebles quedaron perpetuamente en el lugar donde fueron desembalados, esta doctrina nos regala una paz interior inapreciable, al ahorrarnos horas de discusiones sobre "donde pongo la mesa", o el Clóset, o la Cómoda, o cualquier otro instrumento.

Seguiré viviendo mi desdicha con la clandestina satisfacción, de que ...... esta semana, llega la nueva cama ....

La foto la saqué de ciao.es , vaya desde aquí mi homenaje.