lunes, enero 29, 2007

Paseos culturales familiares (y nada que hacer al respecto)



Disfrutando de mi primer día de vacaciones partimos el sabático con un panorama "cultural": la compañía de teatro callejero Francés Royal de Luxe hizo un montaje en Santiago, sencillamente Espectacular: "El Rinoceronte Escondido", la historia de una niña que buscaba a su amigo Rinoceronte que estaba provocando serios destrozos en la ciudad.
Todo parece bastante normal, salvo que la historia era desarrollada por gigantescas Marionetas; de hecho la obra se inició con una series de destrozos repartidos por la ciudad: Buses y Automóviles destruidos, paraderos aplastados, una puesta en escena que nos preparó para lo que venía: durante tres días la Pequeña Gigante, una niña de no menos de 7 metros de altura, deambuló en el centro de Santiago buscando al animal escondido. El recorrido de la marioneta fue seguido por nultitudes de 10.000 a 80.000 personas que fueron testigos de búsqueda.

Una ciudad revolucionada, gente que recuperó su capacidad de sorprenderse y de soñar; niños y adultos disfrutando un espectaculo impresionante.

Asistí con mi familia en pleno a ver el Show y debo confesar que a pesar de la multitud, del calor y del cansancio fue bellìsimo, ver la naturalidad de ese títere era impactante y quedé conforme de que mis niños recibieron a temprana edad una sobredosis de magia que yo vine a tomar despues de los 30.
Luego de ver despertar a la Gigante nos desplazamos hacia el poniente, a la Quinta Normal de Santiago, un gran jardín botánico al centro de la ciudad donde se encuentran una serie de museos y la flamante Biblioteca de Santiago.
Elegimos al museo de Historia Natural, recuerdo que fui a visitarlo hace unos 18 años, en gira escolar, y debo confesar que era basicamente lo mismo entonces que ahora, muestras desgastadas, figuras disecadas deprimentes, lo unico rescatable es el gigantesco esqueleto de una ballena que cuelga del hall central del edifico, conciente de que los tiempos de las ciencias naturales son lentos, pero la rapidez de actualizacion de las muestras del recinto, anda a la par con la rapidez de la evolución de las especies o del desplazamiento de las placas tectónicas.
Si bien la idea era seguir el paseo, una caida de la mayor y los gritos de !Comida! del menor, nos hicieron abortar la agenda y volar al primer Restaurant decente del sector.
L. V.

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